Como todos los años, el ciclo de la vida se repite y cinco polluelos asoman por turno el pico a la llamada de sus padres cuando se acercan con el alimento en el pico, insectos cazados en pleno vuelo, como avispas, por ejemplo, tal y como hemos podido observar en alguna ocasión.
En un agotador ir y venir, padre y madre se afanan abnegadamente por alimentar a esas voraces criaturas, no sin antes proceder a amenzantes vuelos rasantes sobre nuestro gato para disuadirle de intentar cualquier cosa.
Las urracas (Pica pica), como en ocasiones anteriores, tienen localizado el nido para intentar depredarlo; pero este año, unas obras realizadas en las proximidades del nido, dan ventaja a las golondrinas.
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