La Hyla arborea o rana de San Antonio, es frecuente en nuestro medio en zonas húmedas con abundante vegetación. Todos los años tenemos visitantes de esta especie nocturna en cuanto aparecen los típicos chaparrones de verano. Este ejemplar de ranita de San Antonio, de minúsculo tamaño como se puede apreciar en la foto, no para de zamparse las moscas que le suministro. Me recuerda a un ejemplar de Rana perezi que tuve hace años durante dos temporadas. Se llamaba Gustavo y acabó escapándose. A Gustavo le acabé generando un reflejo condicionado interesante. Empecé suministrándole las moscas vivas sujetas por una pinza. En poco tiempo, acabó identificando a la pinza con comida, de tal modo que se lanzaba a por la pinza en cuanto la veía. Eso me sirvió para mantenerla durante los dos inviernos que pasó con nosotros a base de mortadela.
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