Acostumbrado a la presencia de las pequeñas babosas grises, nunca había tenido ocasión de contemplar a las enormes babosas que abundan por la cornisa cantábrica y que reciben el nombre de limacos. Estas Stylommatophora, moluscos gaterópodos sin caparazón, terrestres, suelen provocar asco, a diferencia de sus parientes los caracoles, los cuales también producen baba pero que son mejor acogidos, principalmente por los niños.
Estos dos ejemplares eran realmente grandes.
Y fueron sorprendidos a primera hora de la mañana antes de retirarse tras su deambulación nocturna para alimentarse.
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