Le suministré un grillo a la Gluvia dorsalis. Ignoro si llegaron a algún tipo de pacto o acuerdo pero el caso es que el solífugo deja tranquilo al grillo. No le hace absolutamente nada; es más, se ha producido un curioso caso de comensalismo.
El grillo se alimenta de los despojos de los que se alimenta Gluvia dorsalis, hasta el punto que la sigue habitualmente por su habitáculo esperando pacientemente a que termine de absorver a su presa.
Estoy tratando de conseguir una buena foto de tal hecho. Y he aquí el resultado:
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