Uno de los atractivos turísticos del sur de Tenerife es la posibilidad de realizar una excursión en barco para observar en plena naturaleza ballenas piloto y delfines.
La ballena piloto o calderón común (Globicephala melas) pertenece a la familia Delphinidae, es decir, realmente son delfines aunque se les denomine incorrectamente ballenas. Se distinguen por su cabeza bulbosa y su aleta dorsal ganchuda. Junto con el calderón gris (Globicephala griseus), este cetáceo gregario se encuentra incluido en el catálogo nacional de especies amenazadas.
El delfín mular o delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) es la especie de delfín más común y más conocida.
Según el Instituto para el estudio de los delfines mulares (BDRI) en Cerdeña, la familiarización de los delfines ante la alta presencia de embarcaciones de recreo en nuestras aguas "tiene un valor de supervivencia obvio", ya que la aclimatación permite al mamífero ignorar estímulos sin ninguna información biológica relevante, y minimiza el gasto de energía en la huida cuando se acercan los barcos, lo cual, a su vez, no deja de entrañar algún que otro peligro para los delfines.
Siguiendo en Tenerife, en el Puerto de la Cruz, tenemos uno de los zoológicos más curiosos que hay, Loro Parque. En él, podemos presenciar un espectáculo protagonizado por orcas (Orcinus orca), también conocidas, injustamente, como ballenas asesinas por su gran capacidad depredadora y la ausencia de enemigos naturales.
La orca tampoco es una ballena. Perteneciente a la familia Delphinidae, está más emparentada con delfines mulares y calderones que con los grandes cetáceos amenazados, las ballenas (familia Balaenidae).
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